Madagascar ha perdido más del 90% de sus bosques primarios originales, y esta deforestación generalizada ha afectado gravemente a la población local, mucha de la cual vive en la pobreza extrema. La desaparición de estos bosques supone un reto crítico, que convierte a Madagascar en una prioridad mundial para la conservación de la biodiversidad debido a su fauna y flora únicas y a la rápida destrucción de sus hábitats. La deforestación costera debilita la línea de costa, aumentando la vulnerabilidad de las comunidades a las frecuentes y potentes tormentas intensificadas por el cambio climático. Además, los bosques caducifolios secos de las tierras altas -algunos de los ecosistemas más raros y diversos del mundo- requieren una protección urgente. La iniciativa de reforestación de Evertreen en Madagascar se centra en revertir la extensa pérdida de manglares y bosques caducifolios secos. Hasta ahora se han plantado con éxito muchos manglares y árboles caducifolios. El proyecto cuenta con el apoyo de las autoridades nacionales, locales y tribales para restaurar grandes extensiones de bosques costeros e interiores. Los residentes locales reciben formación y ayuda financiera para recoger plantones de mangle y plantar árboles estratégicamente en zonas degradadas de manglares y bosques caducifolios secos de tierras altas.
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