Los Andes bolivianos se caracterizan por un paisaje escarpado con montañas de más de 6.000 metros de altura. Desgraciadamente, amplios sectores de la cordillera de los Andes han sido deforestados para la obtención de leña, la ganadería a pequeña escala y la extensión de la agricultura. La escasez de árboles y el uso no sostenible de la tierra provocan un enorme déficit de agua en la zona. Las sequías provocan la pérdida de las cosechas y éstas, a su vez, ponen en peligro el sustento de los habitantes.
Junto con la población local y la Fundación Samay, socio de Árboles para Todos, devolveremos el verde al altiplano boliviano. Vamos a plantar 99.000 árboles en 45 hectáreas de tierra erosionada. ¿Nuestro objetivo? Mejorar las condiciones de vida de las comunidades y tener un impacto positivo en el clima.
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